27 septiembre, 2006

las manos de mi padre


hay un viento triste que se toma de mi mano
cuando te has ido
cuando me has faltado.

en el cielo las aves ya no corren
en el silencio se dice de algo vago
es un momento en que te he perdido
inerte instante en que te he buscado
el viento triste que tomó mi mano
me ha llevado lejos
hasta el pasado

en el firmamento que fenece
se va yendo todo
te has ido de pronto
pero yo no te he olvidado

hoy que no te tengo
mis ojos le piden al viento
que me lleve en silencio,
al reencuentro con tus manos.


de mi coleccion de versos "viento esmeralda"
Copyright todos los derechos reservados por Gabriel Pablo Zorrilla
Mendoza, abril 2006, SEP, México.

4 comentarios:

Sandra Becerril dijo...

Cuando no los tenemos es cuando más los añoramos... irónico, pero así es...

hermoso

besos

Byron Ronquillo Narváez dijo...

Las manos, son espejo de quienes somos, qué somos, qué hacemos, y de cuan calurosos somos también, como sentir las manos de un niño de un joven de un adulto y de un anciano... te cuentan historias

Unknown dijo...

Esas manos cálidas que mas de una vez nos acunaron, nos consolaron y nos ayudaron a levantar, son un hermoso regalo, más cuando aún puedes disfrutar de ellas.

Saludo!!!

ecasual dijo...

Precioso, intenso, profundísimo.
Saludos