25 noviembre, 2006

la espera


pudiera decirte que este silencio
me trae tu voz
y esta luz entre el cortinar
me trae tus ojos

pudiera decirte lo dificl que es la tarde
cuando las palomas no vuelan
y es que tus pasos no llegan y yo
yo soy el que te espera

y te puedo decir que los momentos estos
de las tardes flacas
son como las ramas secas
del arbol que mi ventana estampa

y deseo que la tarde se adelgazara
como para que tu llegaras
y la noche se alargara
como para que no te fueras

y dejame lamentarme tambien
de las horas muertas que nos matan
porque no acercan mas las cosas
aquellas cosas que nos alejan

quisiera poner limites a la tarde
y que la noche fuera ilimitada
para que pudiera verte mas horas
y pudieras regalarme mas miradas

a solas me pregunto que sera la vida
como una continua espera
o mas bien una presencia discontinua
del ser que se ama

a solas me he dicho claramente
que estas horas de letras
son como una escalera, una
que me lleva hasta las hojas nuestras

y mas noche y a oscuras
siento como se desnudan las ramas
y es que se nos van las hojas
al arbol a mi y al tiempo que nos espera

de mi coleccion de versos, "canto repentino", D.R.

3 comentarios:

Ricardo Olvera dijo...

Querido Gabriel,

que los Dioses escuchen tus plegarias y concedan todos tus deseos... al menos este:

y deseo que la tarde se adelgazara
como para que tu llegaras
y la noche se alargara
como para que no te fueras


que escrito tan cierto y hermoso!

...y es que se nos van las hojas

indianala dijo...

El poeta narra la ausencia y su corazón palpita la espera...

Fascinante, Gabriel... Gracias!

Un abrazo.

Unknown dijo...

Lo que nos espera, mientras estemos juntos, será digno de disfrutar con antelación, para alargar lo que podemos disfrutar.

Hermoso!!!

Beso ;)